NO APRENDEMOS

Como vemos en la foto, el primer edificio guardaba una relación armónica con el entorno modernista que rodea a la Plaza de Lugo. El nuevo edificio, aunque muy funcional, no es respetuoso con su entorno. La nada original mezcla de acero y cristal no permiten calificarlo como un edificio estéticamente bello y posee un volumen constructivo que impide apreciar la riqueza arquitectónica que le rodea.
Con esta nueva obra los coruñeses hemos perdido la oportunidad de recuperar el patrimonio arquitectónico de una zona tan castigada por la piqueta y la especulación como es el ensanche coruñés. Pretendemos ser una ciudad turística, pero difícilmente amarán lo nuestro quienes vienes de fuera si quienes vivimos aquí no somos capaces de respetarlo.